viernes, 27 de abril de 2012

Un toque de vida / a touch of life

Torremolinos, urbanización Playamar

Para un biólogo pocos fenómenos hay más fascinantes que el proceso de colonización por parte de los primeros seres vivos de un lugar desolado. Es por eso que se frotan las manos tras una erupción volcánica, ansiosos por descubrir el retorno de la vida a superficies de lava aún caliente o espacios abiertos sepultados por la ceniza. La ciudad de Prypiat, vecina a la central nuclear de Chernóbil, es otro de esos laboratorios en los que se evalúa la capacidad de los organismos para sobrevivir en entornos hostiles.

De forma análoga, mientras dibujaba a estos colosos de hormigón que miran a mar abierto -como unos descomunales moáis pero a la inversa- en medio del paisaje pétreo se abrió una puerta; una chica extranjera salía a tender la ropa en la azotea de su edificio. Todo un mensaje de esperanza: la vida siempre acaba abriéndose paso.



For a biologist there is hardly a more fascinating phenomena that the process of colonization of a desolate place by the first living creatures. That's why they are rubbing their hands after   volcanic eruption, eager to discover the return of life on still hot lava surfaces or open spaces buried by ashes. The city of  Prypiat, next to the Chernobyl nuclear power plant, is another of those laboratories in which the ability of living organisms to survive in hostile environments is evaluated.

Similarly, while drawing these concrete behemoths that look out to sea, as huge  moai row in reverse, in the middle of the stoned landscape a door opened, and a foreign girl came out to hang her clothes out on the roof of the building . All a message of hope: life always comes through.

domingo, 8 de abril de 2012

Semana santa / easter

Málaga, Easter 2012 (2)
"La verdadera patria del hombre es su infancia" -Rilke.

No importa lo profundo que sea el abismo que separa lo que contemplas de aquello que piensas; las contradicciones forman parte esencial de nuestro ser. Si ahora aterrizara en este lugar por primera vez y viera lo que aquí sucede durante la semana santa, pensaría que se habían vuelto todos locos.

Pero sucede que al escuchar ciertas músicas, o al oler ciertos aromas, de repente te transformas en el niño que fuiste. Quizás es simplemente la magia de cómo el gentío hace suyas las calles, siquiera una vez al año. Y ya que todas las certezas se han desvanecido, recuerdas aquella etapa de la vida con calidez. Definitivamente Rilke tenía razón.

Curioso el poder evocador de los sentidos, que nos hace rozar la incoherencia. Ya lo advertía Proust, y ahora que lo pienso bien, no se trata de los sonidos ni de los olores: para mí la magdalena proustiana se encuentra en las miradas de la gente. Son las mismas miradas que cuando veía las procesiones desde el balcón de mi abuela...


"The true home of man is his childhood"-Rilke.

No matter how deep the chasm that separates what you think of what you think, the contradictions are an essential part of our being. If I now landed here for the first time and saw what happens here during Holy Week, I would think they had all gone mad.

But it happens that when listening to certain music, or smell certain scents, suddenly you become the child you were. Maybe it's just the magic of how the crowd endorsed the streets, even once a year. And now that  all certainties have vanished, you remember that stage of life with warmth. Definitely Rilke was right.

It is curious the evocative power of the senses, that even makes us touch the inconsistency. So warned Proust, and now that I think about it, it is not about the sounds or the smells: the proustian  madeleine for me is in the eyes of the people. They are the same looks when I watched the processions from 
my grandmother's  balcony...


Málaga, Easter 2012 (1)
Más dibujos aquí.