«Aquí se conoció el esplendor y casi la gloria. Los comerciantes, presuntamente refinados, desafiaron a la Barcelona industrial y laboriosa. Ellos y sus obreros rebeldes se atrevieron a soñar con convertirse en el principal punto fabril del Mediterráneo español. Y juntos, inevitablemente hermanados -como siameses con instintos de Caín-, intentaron abordar la modernidad, estar en los puestos de vanguardia de una nueva era que ya se vislumbraba. tuvieron un pie en el estribo. pero finalmente vieron, entre el desastre y la pólvora, cómo ese tren se alejaba.» (Antonio Soler, Málaga, paraíso perdido)
Hubo un tiempo en que Málaga enfiló con decisión el camino del progreso. Hace 150 años, los visitantes anglosajones veían más parecido entre Málaga y Glasgow o Liverpool que entre Málaga y otras capitales andaluzas, a la vista de las chimeneas humeantes de las industrias metalúrgicas y textiles que flanqueaban la ciudad en todas direcciones. En tal sociedad, que esos mismos viajeros definieron como la más abierta y tolerante del país, nació el genio de la modernidad, Picasso, y estudios recientes reivindican el papel que ese ambiente tuvo en su formación. Sin embargo, y como bien describe Soler, el sueño resultó ser un espejismo, pero de la ilusión quedan testimonios abundantes en las creaciones de la época. La Casa Consistorial es uno de ellas. Aunque se construyó cuando el sueño se desvanecía, los anhelos quedaron plasmados en sus muros: las delicadas musas del Parnaso sostienen aquí locomotoras de vapor, navíos mercantes y engranajes industriales.
No hay lugar en el pomposo edificio para representaciones religiosas o hazañas bélicas; en todo caso, la corporación se sigue reuniendo en la actualidad bajo un fresco en el que se representa una escena revolucionaria con el lema "la primera en el peligro de la Libertad". Toda una declaración de intenciones.
No hay lugar en el pomposo edificio para representaciones religiosas o hazañas bélicas; en todo caso, la corporación se sigue reuniendo en la actualidad bajo un fresco en el que se representa una escena revolucionaria con el lema "la primera en el peligro de la Libertad". Toda una declaración de intenciones.
Por otro lado, la flora subtropical del Paseo del Parque proporciona un marco espléndido al ayuntamiento, y es testimonio del carácter de aquella ciudad decimonónica a cuyo puerto arribaban cargueros procedentes de todo el globo, y en cuyas bodegas viajaban semillas de especies exóticas que en la actualidad se han convertido en ejemplares notables.
(Las imágenes que acompañan estas líneas están incluidas en el libro La Casa Consistorial de Málaga, retrato de un edificio, que recoge mis impresiones dibujadas en vivo de la arquitectura, detalles y actividad diaria del ayuntamiento a lo largo de varias semanas de la primavera de 2015.)
La Casa Consistorial de Málaga. retrato de un edificio
48 páginas 19,5x19,5 cm.
Autor: Luis Ruiz Padrón
Prólogo: Alfonso Vázquez
Editorial: Loving books
1ª edición: mayo 2015
ISBN: 978-84-940672-4-2
DL: MA-750-2015
Más info:
info@lovingbooks.es