domingo, 17 de junio de 2012
La bella escondida / the hidden beauty
Pocos reconocerán esta torre al ver este dibujo. Y es que no es posible verla desde la vía pública, ya que se encuentra encerrada en el interior de la manzana; tan sólo es posible contemplarla desde las azoteas vecinas... y desde el patio del Museo Carmen Thyssen. Se trata del campanario de la iglesia del Santo Cristo de Málaga, que una vez perteneció al convento de los jesuitas de la ciudad. Es un templo de planta circular que se manifiesta al exterior como una gran cúpula cubierta de teja; y es precisamente esta cúpula la que oculta tras ella a nuestra bella escondida. El gran Gérard Michel la captó cuando estuvo en Málaga en este dibujo.
Las ciudades están llenas de sorpresas como ésta.
Por cierto, este dibujo fue realizado durante nuestro último encuentro de sketchers malagueños. La gerencia del museo tuvo la gentileza de invitarnos a dibujar en sus instalaciones. Un grato descubrimiento fue la cafetería, junto a un patio recoleto y sereno en el que las tardes calurosas del verano pueden transformarse en un oasis de serenidad, si uno sabe sobreponerse a la tentación de la excelente librería del museo, que se encuentra justo al otro lado del patio.
La crónica periodística de la visita, aquí.
Few people would recognize the tower in this drawing. In fact, it is not possible to see it from the street level, as it is enclosed within the block- you can only see it from the rooftops nearby ... and from the courtyard of the Museo Carmen Thyssen. This is the steeple of the church of Santo Cristo in Malaga, which once belonged to the convent of the Jesuits. It is a round floor plan temple that shows outside as a shingle-covered dome, and it is precisely this dome which hides our hidden beauty. The great Gérard Michel drew it when he came to Málaga in this sketch.
The cities are full of surprises like this one.
Indeed, this drawing was made during our last Malaga sketchers meeting . The management of the museum was kind enough to invite us to draw on their premises. A pleasant discovery was the cafeteria, next to a secluded and serene courtyard where the hot summer evenings can be transformed into an oasis of serenity, if you know how to overcome the temptation of the excellent library of the museum, located just on the other side of the courtyard.
The event, here in the news.
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